Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
El embarazo es un estado extraordinario donde las mujeres en edad reproductiva experimentan cambios fisiológicos que representan riesgos y complicaciones como la presencia de Anemia, la cual afecta a casi la mitad de todas las embarazadas en el mundo; al 52% de las embarazadas de los países en vías de desarrollo y al 23% de las embarazadas de los países desarrollados.
Esta afección es más frecuente y se atribuye a un déficit de hierro, ácido fólico y muy pocas veces de vitamina B12. Por tanto, se considera Anemia en el embarazo cuando la concentración de hemoglobina (Hb) es menor a 11.0 g/dl durante el primer y tercer trimestre o menor de 10.5 g/dl durante el segundo trimestre.
Durante la gestación puede ser asintomática y ser un hallazgo casual en laboratorio rutinario, sin embargo, el cansancio es el síntoma más frecuente con otros síntomas que pueden ser la palidez de la piel, dolor de cabeza, sensación de mareo, mayor sensibilidad al frío y/o piernas inquietas.
Idealmente, una mujer podría compensar los requerimientos diarios de hierro por medio de una adecuada ingesta de Hierro en la dieta, dependiendo de tres factores: a) Contenido de Hierro en el alimento; b) Cantidad de alimento ingerido (hábito alimenticio); c) Biodisponibilidad del hierro ingerido (origen animal o plantas). Por lo que se dan algunos consejos:
Suplementación con Hierro
Las necesidades de hierro varían en función del trimestre de la gestación, siendo éstas superiores a medida que progresa la gestación. Por este motivo:
Se recomendará de forma universal a partir del segundo trimestre de la gestación, aunque los niveles de Ferritina o Hb sean correctos, administrar una dosis diaria de hierro: 30 mg/día.
Esta dosis se encuentra cubierta por la mayoría de formulaciones polivitamínicas prenatales, cabe resaltar que la tableta debe separar Hierro y Calcio por la precipitación de la fórmula y competencia de absorción.
La suplementación con Hierro oral en gestantes ha de suspenderse si el nivel de Hb es >13 g/dL. La suplementación con Hierro oral está contraindicada en pacientes con hemoglobinopatías por el riesgo de sobrecarga de hierro.
Suplementación con Ácido Fólico
Las reservas del organismo de Ácido Fólico permiten cubrir las necesidades durante unos 3-6 meses. No obstante, la gestación constituye una situación de aumento de las necesidades de Ácido Fólico, pudiendo ser la aportación por la dieta insuficiente. Por este motivo:
Se recomendará de forma universal la administración de Ácido Fólico desde 4 semanas preconcepción hasta al final de la gestación.
Si existe un déficit de Ácido Fólico previo a la gestación, en pacientes con tratamiento antiepiléptico, con diagnóstico de hemoglobinopatías o antecedente de defecto del tubo neural, se recomienda una dosis de 5 mg/día.
Suplementación con Vitamina B12
No existe recomendación para la administración de suplementos de manera rutinaria de vitamina B12 a toda la población gestante.
No obstante, debemos aconsejar la suplementación sistemática de vitamina B12 a gestantes con dietas vegetarianas (tanto ovolactovegetarianas como vegetarianas estrictas). Las tabletas prenatales en su formulación deben llevar la dosis diaria recomendada de vitamina B12 como Cianocobalamina.
Bibliografía
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