Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
El síndrome de intestino Irritable (SII) es un trastorno común del tracto digestivo, su causa es desconocida, no es originado por infección o un problema estructural concreto. Existen cuatro subtipos:
- Síndrome del Intestino Irritable con predominio de estreñimiento
- Síndrome del Intestino Irritable con predominio de diarrea
- Síndrome del Intestino Irritable con predominio con patrón mixto
- Síndrome del Intestino Irritable con predominio con patrón indefinido
De la misma forma incluye desde dolores abdominales, alteración en las deposiciones, distensión abdominal, síntomas rectales e incluso dolor de cabeza o de espalda. Por tal razón, la dieta tiene un papel importante en el manejo de los síntomas, ya que existen nutrientes que irritan la mucosa intestinal y contribuyen al malestar. Es importante mencionar que, la microbiota intestinal es objeto de estudio para esta patología, puesto que, el SII puede mostrar una disbiosis; por ende, el equilibrio de la dieta y la microbiota mediante la ingesta de probióticos, es fundamental para disminuir los síntomas asociados, así también una dieta baja o libre de FODMAPs (Oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) podría mejorar los síntomas, aunque no se establece como una cura definitiva.
La implementación de dieta baja en FODMAPs debe realizarse bajo supervisión de un nutricionista experimentado y especializado, puesto que se debe abordar cualquier déficit nutricional previo a la realización de esta dieta, ya que se debe suplementar en caso de déficit y realizar un seguimiento durante todo el periodo de la intervención. Los nutrientes que deben ser monitoreados son calcio, hierro, zinc, ácido fólico, fibra y vitamina D. Por tal razón a continuación, se establecen algunas claves o consejos para disminuir los síntomas a través de la alimentación:
- Consumir frutas y verduras cocidas al vapor, hervidas o al horno para modificar la fibra que contienen, haciéndola más digerible, provocando menos síntomas de irritación y distensión.
- Disminuir el consumo de arroz y trigo integral, el salvado de trigo, cereales de desayuno integrales, galletas integrales, uva, fresas, ciruela, sandía, melón, aguacate, uvas pasas y ciruelas, almendras, nueces, avellanas, maní.
- Agregar ingredientes con fibra soluble a preparaciones habituales como agua o leche de avena, leche de castañas, ya que al igual que los probióticos, colabora con el tránsito intestinal.
- Se recomienda evitar el exceso de azúcar refinada.
- Resulta beneficioso incluir alimentos lácteos fermentados o sin lactosa como: yogures descremados bajos en lactosa, leches vegetales, tofu (queso de soja).
- Consumir infusiones herbales, sin azúcar, después de los tiempos de comida.
- Evitar el consumo de bebidas efervescentes y cafeína como: té negro y café.
- Comer despacio, procurar masticar bien y comer en un ambiente tranquilo.
- Aumente el consumo de agua para mantener una buena hidratación (1.5 a 2 litros diarios) sobre todo si se presenta estreñimiento, deben tomarse lejos de la comida.
- Evitar las comidas abundantes y realizar cinco comidas al día: desayuno, refacción de la mañana y tarde, almuerzo, y cena.
- Evitar el exceso de grasas saturadas, que pueden encontrarse en lácteos enteros, quesos curados, manteca, chocolate, helados cremosos, carnes grasas, grasa vacuna, paté, embutidos y fiambres, snacks.
Es indispensable realizar cambios en el estilo de vida, incluyendo ejercicio físico y de relajación, alimentación saludable, fraccionada en un ambiente tranquilo (sin ruidos o estímulos como televisión, radio, computadora, o celular), y se debe masticar adecuadamente los alimentos; no obstante, es recomendable que el tratamiento de los síntomas sea también farmacológico, por ende puede ser utilizado un antiespasmódico (Bomuro de Pinaverio + Simeticona) el cual debe ser prescrito por un médico.
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