Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
La Rinitis Alérgica (RA) es una enfermedad alérgica tipo I de la mucosa nasal causada por alérgenos inhalados como polen, moho o caspa de animales, puede nombrarse de diferentes formas: Rinitis Alérgica, Alergia Nasal, Hipersensibilidad Nasal y Polinosis. La prevalencia de RA está aumentado en todo el mundo y afecta aproximadamente a un 40 % de la población mundial, la cual está asociada con otros trastornos inflamatorios, como el Asma, Rinosinusitis, y Conjuntivitis Alérgica, además tiende a reducir la calidad de vida de las personas que lo padecen al afectar el sueño, la escuela, la productividad laboral y la vida social. Ante la alta prevalencia y el impacto en la calidad de vida, puede clasificarse como una enfermedad respiratoria mayor.
Cabe agregar que, la respuesta alérgica ocurre en 2 fases: tardía y temprana; la exposición a los alérgenos conduce a que los alérgenos se entrecrucen con anticuerpos en la mucosa y produzcan la liberación de mediadores inflamatorios, por lo que se inicia la fase temprana de la reacción alérgica, lo cual se desarrolla en corto tiempo de la exposición y causa algunos síntomas. Los síntomas más frecuentes son estornudos, prurito nasal (picazón), obstrucción de las vías respiratorias superiores (congestión u obstrucción), rinorrea (secreción nasal transparente) y ojos llorosos o con comezón. No obstante, en la fase tardía ocurre varias horas después de la exposición lo cual incluye los mismos síntomas, pero la congestión nasal es el principal síntoma de la segunda fase.
Así también, los síntomas comienzan de 6 a12 horas después de la exposición al alérgeno y alcanzan el punto máximo entre las 12 y las 24 horas, y existen dos patrones de síntomas de la RA, estacional (también conocida como fiebre del heno o intermitente), los síntomas generalmente son fácilmente identificables y están asociados a la exposición de alérgenos de acuerdo a la temporada o estación y suele tener una duración menor a 4 días; por otra parte, la RA perenne (persistente) los síntomas ocurren hasta el 75% del año, están presentes durante más de 4 días a la semana y más de 4 semanas, y los síntomas son causados por alérgenos no estacionales, como los ácaros del polvo, la caspa de los animales o el moho.
Es importante mencionar que, para mejorar los síntomas se debe contemplar que el objetivo del tratamiento es reducir o eliminar los síntomas actuales y prevenir futuros ataques y complicaciones a largo plazo. Para la selección de la farmacoterapia debe tener presente la eficacia, tolerancia y costo, los medicamentos pueden ser administrados por vía oral o intranasal.
Las clases de tratamiento incluyen antihistamínicos, corticosteroides, descongestionantes, antagonistas de los receptores de leucotrienos (LTRA) y anticolinérgicos. Los corticoides intranasales (Fluticasona Propionato, Furoato de Mometasona) son la terapia de primera línea en pacientes con síntomas persistentes o de moderados a graves y son el medicamento más eficaz para controlar los síntomas, y proporcionan un alivio eficaz cuando se usan de forma continua o según sea necesario. Asimismo, los antihistamínicos (Loratadina, Cetirizina, Levocetirizina y Rupatadina) son agentes más efectivos en pacientes con síntomas leves, y muchas pacientes prefieren medicamentos orales. Por último, el tratamiento debe individualizarse de acuerdo al perfil de síntomas, la gravedad duración y la preferencia del paciente, por lo que, un médico debe ser el encargado para determinar el fármaco más adecuado.
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