Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la Hipertensión Arterial es un trastorno que se manifiesta porque los vasos sanguíneos aumentan de forma persistente la presión (la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos al ser bombeada por el corazón), por lo tanto, el corazón tiene que bombear más fuerte a medida que aumenta la presión arterial, asociada, frecuentemente; a alteraciones funcionales y/o estructurales de otros órganos como encéfalo, riñones y vasos sanguíneos y las alteraciones metabólicas con consecuente aumento de riesgo para problemas cardiovasculares fatales y no fatales.   

La Hipertensión Arterial es la enfermedad cardiovascular más frecuente que afecta aproximadamente a mil millones de personas a nivel mundial, y es la cuarta enfermedad que contribuye a la muerte prematura en países desarrollados y séptima en países en desarrollo. El aumento de la prevalencia de la hipertensión se podría atribuir al crecimiento de la población, el envejecimiento y los factores de riesgo conductuales, como una dieta poco saludable, el consumo nocivo de alcohol, la falta de actividad física, el exceso de peso y la exposición a un estrés persistente.

Los factores de riesgo son distintas variables de origen biológico, físico, químico, psicológico, social, cultural entre otros, que influyen frecuentemente en los futuros cambios a presentar una enfermedad. Por ende, es indispensable mencionar que existen factores de riesgo que desencadenan presión arterial alta y se pueden clasificar en dos tipos: la genética (no modificables) y factores ambientales (modificables).

Factores no modificables 

Son aquellos que se relacionan a las condiciones propias de las personas, existen tres factores relevantes dentro de los no modificables: 

1. Antecedente de la enfermedad en un familiar cercano (herencia) ya que tener padres y hasta hermanos gemelos que padecen la enfermedad aumenta el riesgo de presentar la misma, aproximadamente en un 20%.    
2. Los individuos de mayor edad presentan 5.5 veces más probabilidades de presentar hipertensión arterial en comparación con los adultos jóvenes. 
3. Un factor importante es el género, ya que en diversos estudios han encontrado una mayor prevalencia para esta enfermedad en varones. 

Factores de riesgo modificables 

Los principales factores de riesgo que predisponen a un individuo a la hipertensión incluyen:

1. Inactividad física: el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo a través de todas las arterias del cuerpo, lo que conduce a la liberación de hormonas naturales que producen la relajación de los vasos sanguíneos, por lo tanto, reduce la presión arterial. Por lo cual, la falta de actividad física se relaciona al aumento de presentar sobrepeso.
2. Sobrepeso u obesidad: cuanto más es el exceso de peso, el cuerpo necesita más flujo de sangre para suministrar el oxígeno y nutrientes a todos los tejidos, por ende, aumenta la sangre que circula en los vasos sanguíneos, así también aumenta la presión dentro de las arterias.   
3. Alto consumo de sal: demasiado sodio en la dieta puede provocar que el cuerpo retenga líquidos y también causa que las arterias se contraigan.  Los principales condimentos ricos en sodio son: Sal de ajo y cebolla, ablandadores de carne, consomé en polvo, polvo para hornear, salsa de soya, catsup, salsa inglesa, aderezos ya preparados, otros como alimentos embutidos, productos de salchichonería y enlatados. 
4. Menor aporte de potasio en la dieta: el potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células, y también hace que las células del músculo liso de las arterias se relajen, y reduzcan la presión arterial.
5. Consumo excesivo de alcohol: Tomar más de dos tragos al día puede causar Hipertensión, ya que se realiza una activación del sistema nervioso adrenérgico, lo cual induce a la constricción de los vasos sanguíneos y un aumento simultaneo del flujo sanguíneo y la frecuencia cardiaca. 

La prevención y manejo de la hipertensión arterial son desafíos importantes para los sistemas de salud. Por tal motivo, es indispensable que los pacientes sean diagnosticados por un médico, quien es el encargado de establecer un tratamiento adecuado; de la misma manera, mencionar que se debe iniciar el tratamiento con una disminución en el Índice de Masa Corporal, disminuir el consumo de sodio, promover la actividad física, estimular el consumo de frutas y verduras, y disminuir el consumo de alcohol. En relación con el tratamiento farmacológico, el cual debe ser prescrito por un médico se utilizan 5 clases de fármacos: inhibidores de la enzima conversora de angiotensina, los antagonistas de los receptores de angiotensina (Ibersartán), los betabloqueantes, los antagonistas de los canales de calcio y los diuréticos (hidroclorotiazida, clortalidona e indapamida).

Estos fármacos pueden utilizarse en combinaciones en una sola píldora, ya que se ha establecido que la adherencia al tratamiento mejora y aumenta el control de la Presión arterial, por tal razón, la píldora única es una estrategia para la Hipertensión Arterial en donde los pacientes pueden recibir el tratamiento con 1, 2 o 3 fármacos en una solo píldora como: Ibersartan + hidroclorotiazida, los cuales se utilizan como tratamiento inicial en combinación doble.

Bibliografía