La época de lluvias también puede ser una época de enfermedades para los más jóvenes del hogar. Enfermedades de la piel, respiratorias y del estómago se vuelven más comunes entre los pequeñines. Sin embargo, siempre es posible prevenir y evitar que los niños sufran estas enfermedades. 

Aguas con el agua 

Empecemos por lo más obvio: ¡no dejes que se mojen! Suena obvio, pero cualquier padre sabe que esto es más fácil decirlo que hacerlo.  

Lo ideal es que no se tengan que exponer en absoluto al agua de lluvia. Siempre es bueno estar preparados y que los niños cuenten con paraguas o impermeable adecuados. Cuida también los zapatos que usan; mejor si usan botas para la lluvia o, en su defecto, zapatos impermeables.  

Si fue inevitable que se mojaran, ya por la lluvia o por un charco, que tomen una ducha lo más pronto posible y se cambien de ropa. 

 

También cuídalos del agua estancada, esta es un gran foco de enfermedades durante la temporada. En primer lugar, porque el agua estancada acumula muchos microbios y contaminantes que pueden provocarles enfermedades estomacales o en la piel. Segundo, el agua estancada dejada por mucho tiempo puede servir como criadero de mosquitos, que a su vez pueden transmitir enfermedades como el dengue o zika. 

Cuida que no tengan contacto con el agua de los charcos, especialmente los de la calle. También busca en casa lugares donde el agua se pueda estancar para liberarlos y que no se lleguen a convertir en criaderos de mosquitos.  

 

Por último, ventila adecuadamente todas las habitaciones del hogar, lo suficiente para evitar excesos de humedad en el ambiente. Esto ayudará a que los más pequeños no sufran de las vías respiratorias.  

No dejes que las lluvias tomen por sorpresa la salud de tu familia, prepárate para disminuir los efectos adversos del clima. Al prevenir les permites que disfruten de esta época sin quebrantos de salud. 

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