Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista

La enfermedad del reflujo gastroesofágico es una entidad clínica cuya prevalencia está aumentando, ya que en las últimas décadas se ha manifestado en el 15 % de la población a nivel mundial; este padecimiento es definido como un proceso patológico que se origina durante el paso del contenido gástrico desde el estómago hacia el esófago, provocando síntomas molestos. El objetivo del tratamiento es evitar la exposición del esófago al contenido ácido del estómago, a través de la inhibición de la sección ácida, por lo cual se establece una terapia tanto farmacológica como alimentaria. Para el control de la sintomatología y curación de la esofagitis se recomienda utilizar los inhibidores de la bomba de protones (Esomeprazol) los cuales son considerados tratamiento de elección. 

Es importante mencionar que durante la época navideña se realizan muchos cambios en la alimentación de las personas, puesto que es una época de celebración, a pesar de las circunstancias actuales. La navidad se ha distinguido por los excesos que realizan las personas en relación con la ingesta de alimentos y/o alcohol, por ende, es indispensable considerar factores de riesgo que predisponen a la persona a presentar reflujo gastroesofágico en esta etapa del año como: herencia, sobrepeso u obesidad, tabaquismo, alcohol y embarazo; no obstante, existen factores que favorecen o aumentan el flujo gastroesofágico como: grasas, chocolate, los condimentos, café, y el alcohol. Por lo tanto, se brindan algunos consejos para mantener el control ante el reflujo gastroesofágico. 

• La pérdida de peso ayuda a las personas que tienen sobrepeso u obesidad, ya que esta condición provoca una compresión gástrica, la cual favorece el reflujo del contenido gástrico hacia el esófago. Cabe agregar que la pérdida de peso no solo beneficia a esta enfermedad sino también los riesgos de sufrir diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. 
• Como se ha mencionado anteriormente, se debe evitar el consumo en especial del alcohol o la cafeína, pues estas sustancias promueven que disminuya la presión del esfínter. 
• Asimismo, se deben limitar alimentos que irriten la mucosa del esófago como: frutas cítricas, tomate y sus derivados, es indispensable que la temperatura de los alimentos no dañe la mucosa del esófago. También se recomienda que realizar una dieta mediterránea, rica en ensaladas, frutas y verduras, del mismo modo se indica el consumo de agua con frecuencia, especialmente entre comidas.
• En cuanto a la cantidad de la comida, se recomienda no consumir grandes cantidades de alimentos por cada tiempo de comida. 
• Realizar las comidas 2 a 3 horas antes de acostarse y se debe mantener una posición erguida, si la persona necesita una siesta puede realizarla en esta posición sentada o recostada. De la misma forma, evitar agacharse o hacer ejercicio inmediatamente. 
• Se recomienda elevar la cabecera de la cama, unos 10 a 15 centímetros a través de la colocación de trozos de madera gruesos en las patas del cabezal de la cama o se pueden utilizar dispositivos que son comercializados para este propósito.
• No se deben utilizar almohadas, puesto que, solamente se flexiona el cuello. Por tanto, es necesario elevar todo el tronco superior.
• Así también, para reducir la secreción ácida del estómago, se puede utilizar algún antagonista de los receptores H2 o ya sea con inhibidores de la bomba de ácido (Esomeprazol). Cabe mencionar que los antagonistas han demostrado un efecto terapéutico del 10 a 24 % en comparación de los inhibidores de la bomba de protones con una mejoría de 57 a 74 %. Enfatizando la consulta a un médico para establecer los parámetros del tratamiento. 

Bibliografía