Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista

Los trastornos bipolares (TB) son un conjunto de manifestaciones clínicas que se caracterizan por la pérdida de control de las emociones y por el sufrimiento subjetivo. Los episodios de manía son los que otorgan la entidad del diagnóstico al TB, sin embargo las personas que padecen esta afección suelen experimentar también episodios depresivos, con periodos de una alteración del estado de ánimo los cuales se intercalan con periodos de recuperación más o menos completa. En la actualidad es uno de los temas más discutidos en todo el mundo, ya que en el ámbito de la psiquiatría se reconoce como un problema de salud global con repercusiones desde el punto de vista sanitario, económico y una gran angustia personal y familiar. 

Se desconoce la causa del trastorno, sin embargo en diversos estudios sugieren que no solo es una causa, sino una combinación de factores genéticos o estructuración y función del cerebro. 

Este desorden se caracteriza por ser cíclico y polimórfico pues los síntomas pueden variar, ya que existe una alteración del estado de ánimo en el que se estiman cambios en el nivel de energía, actividad, y en la habilidad para poder realizar actividades diarias, es importante mencionar que los síntomas duran aproximadamente una semana o dos semanas y a veces más. Es así como se presentan episodios depresivos, maniacos, hipomaniacos, mixtos (maníaco-depresivo) y el paciente también puede estar en periodos eutímicos (estado de ánimo dentro de la normalidad). Estos periodos se pueden definir de la siguiente manera:

Manía: se define como una semana o más con un estado de ánimo persistentemente elevado, expansivo o irritable, además se presentan más de 3 síntomas adicionales como: autoestima inflada, disminución del sueño, mayor locuacidad de lo habitual, fuga de ideas o pensamientos acelerados, destructibilidad. Durante este periodo lo síntomas son tan graves que no pueden desempeñar sus roles primarios.

Hipomanía: este episodio es una variante menos extrema de la manía que involucra un episodio distintivo de 4 días con una conducta que puede distinguirse del estado de aniño no deprimido habitual del paciente. Durante este periodo el estado de ánimo se exalta, disminuye la necesidad del sueño y se acelera la actividad psicomotora. 

Depresión: un episodio que tiene características de una depresión mayor, el cual incluye 5 de los siguientes síntomas en un periodo de 2 semana; estado de ánimo depresivo, aumento o pérdida significativa de peso, insomnio, fatiga o perdida de energía, agitación o retardo psicomotor, sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva, capacidad disminuida para pensar, y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. 

Cabe agregar que los síntomas de este trastorno pueden causar daño de las relaciones interpersonales, nivel bajo de funcionamiento en el estudio o en el trabajo, y pueden culminar con el suicidio. No obstante los pacientes con esta enfermedad y con un diagnóstico oportuno pueden recibir tratamiento y llevar una vida funcional muy productiva, con una disminución de la frecuencia, gravedad y duración de los episodios. Pues el objetivo del tratamiento es evitar las recurrencias de episodios depresivos y maniáticos, con la reducción de síntomas residuales y  del riesgo del suicidio.  

El tratamiento se basa en dos fases: la primera establece el diagnóstico de la persona ya que el tratamiento difiere de manía e hipomanía y el estado de ánimo del paciente; el objetivo de la segunda fase es determinar el medicamento que mejore los síntomas del trastorno bipolar. A continuación se menciona los medicamentos más utilizados:

Litio: El Carbonato de Litio es el medicamento de elección para este trastorno; sin embargo su utilización ha disminuido por los efectos adversos indeseables y por la aparición de otros medicamentos, pero ningún medicamento tiene la efectividad de este medicamento como antipsicótico por lo que debe usarse estrictamente bajo prescripción médica.

Antipsicóticos: 

Los antipsicóticos atípicos son utilizados con un estabilizador del estado de ánimo para una mayor tasa de respuesta en episodios maníacos, los más utilizados son: aripiprazol, asenapina, olanzapina, paliperidona, Quetiapina, risperidona, y ziprasidona. Enfatizando que la Quetiapina ha sido el primer antipsicótico aprobado para el tratamiento de depresión bipolar por FDA y Asociación Europea del Medicamento. 

Ácido Valproico: es un estabilizador del estado de ánimo, cambiando la fase y aumentando la amplitud de expresión del gen del Ritmo cardíaco en el sistema nervioso central. 

Carbamacepina: inhibe las descargas neuronales repetitivas, no está recomendada como tratamiento de primera línea para la manía, ya que sus principales efectos adversos son mareo, sedación, nausea, y cefalea. 

Lamotrigina: es una opción de primera línea en la depresión aguda, y ha demostrado su eficacia en la prevención de las recaídas depresivas en el TB.

En relación con los medicamentos anteriores deben ser prescritos por un Psiquiatra, puesto que él evaluará los efectos adversos, ya que la selección debe basarse en la eficacia y tolerancia del paciente. 

Es fundamental el apoyo de los seres querido para prevenir episodios mayores, por lo que se recomienda una terapia de grupo a los pacientes y su pareja; o una psicoterapia individual para que los profesionales ayuden al paciente a enfrentarse mejor a los problemas de su vida cotidiana y a ajustarse a una nueva forma de identificarse a sí mismo. Entonces es indispensable que los pacientes sean monitoreados de forma continua, con el fin de identificar síntomas clínicos y disfunción persistente y en base a esta información ajustar el plan de atención.

Bibliografía

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