Si ir al gimnasio te suena a rascarte la espalda en donde no llegas, no te preocupes, existen actividades cotidianas que te pueden ayudar a tonificar tu cuerpo de forma liviana. Recuerda que el ejercicio completo y la alimentación balanceada es algo que no debes de ignorar. 

  • A pie o en bicicleta. Analiza la posibilidad de movilizarte a pie o en bicicleta hacia tu lugar de trabajo. Considera la seguridad y distancia para que sea una actividad satisfactoria. Puede ser una rutina muy ecológica para tu día a día. 
  • Las paradas de autobús. Si te movilizas en autobús, una saludable opción puede ser que te bajes unas calles antes de tu estación habitual para dar una caminata y llegar al trabajo con una actitud más activa. 
  • No abusar del elevador. Muchas personas que laboran en grandes edificios (y que no realizan ejercicio regularmente) suelen dar por sentado la opción del elevador. Sin embargo, esta puede ser una excelente oportunidad para recorrer algunas gradas y hacer circular la sangre, un nivel a la vez. 
  • Estacionamientos. Por muy contradictorio que parezca, manejar por mucho tiempo puede ser agotador. Puedes parquearte unas cuadras antes de tu destino para hacer el último tramo a pie. 
  • La clave es moverse. Si trabajas sentado, puedes levantarte cada cierto tiempo para caminar un poco dentro de tu oficina o área de trabajo. Esto estimula la circulación sanguínea en tus brazos y piernas. Asegúrate de tomar agua y estirar las piernas para animarte. 
  • Ejercicios estacionarios. Libera la tensión haciendo ejercicios de estiramiento. Levanta los brazos por encima de tu cabeza (como si quisieras tocar el cielo) y quédate así por al menos 10 segundos. Repite esto 5 veces. 
  • Objeto antiestrés. Considera adquirir pequeñas pesas que puedas utilizar en tu trabajo. Recuerda mantener tu codo pegado al cuerpo al utilizarla. En su defecto, una pelota de presión o un hand grip (resorte manual de presión) siempre serán buenas opciones antiestrés para desconectarte por un momento. 
  • Natación. Aunque esta actividad suene a ejercicio formal, la realidad es que muchas personas aún disfrutan como niños de uno de los ejercicios más completos que existen. Además, un chapuzón de rutina fortalece todos nuestros músculos, especialmente el corazón. 

 

Cualquier ejercicio hace que nuestro organismo libera una sustancia química llamada endorfina, esta produce una sensación de tranquilidad y dinamismo. Esto se traduce a que a mayor actividad física, menos estrés. Además, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, respiratorias o diabetes, entre otras. 

 

¡Súmate a estas iniciativas saludables! 

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