Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista

Las quemaduras se han convertido en una de las principales causas de accidentes en la población, ya que pueden ser originadas por el contacto con líquido caliente que suele ser extensas, pero poco profundas. La piel es un órgano que recubre al ser humano, y cumple con funciones biológicas importantes, tales como: sintetizar la Vitamina D, proteger frente a las infecciones y otros agentes externos, regular la temperatura corporal y prevenir la pérdida de líquidos y electrolitos corporales; se forma por tres capas: Epidermis (capa más externa), Dermis (capa media), Hipodermis (capa profunda). 

Por tanto, una quemadura desencadena una lesión en la piel por traumatismo físico y/o químico, que produce una desnaturalización de las proteínas de la piel, lo cual conduce a una alteración de la superficie de la piel manifestándose como un enrojecimiento. Se pueden distinguir 2 tipos de quemaduras leves: 

  • Quemadura Superficial: Se presenta por enrojecimiento de la piel (Eritema) sin ruptura de la misma, se acompaña de hipersensibilidad. El ejemplo más común es la quemadura por exposición solar. 
  • Quemadura Flictenular: Se observa comprometida la membrana basal sin llegar a afectar la Dermis. Se presenta con las características flictenas, es dolorosa y puede curar sin secuelas en dos semanas.  

Es importante mencionar que el hogar se ha determinado como uno de los lugares en donde ocurren de forma frecuente los accidentes de quemaduras, se pueden mencionar las quemaduras solares, con agua caliente para el baño, con vaporizadores, la caída del vaso o taza con líquidos calientes, el accidente al acercarse a las estufas, contactos con planchas, cables, secadores de pelo, con químicos utilizados para el aseo. Por tal razón, se brindan algunas recomendaciones para tratar una quemadura en el hogar: 

  • La persona encargada de realizar la limpieza de la quemadura debe lavarse las manos de una forma adecuada. 
  • Se deben retirar las prendas de la zona afectada, así también alejar todas las áreas comprometidas del contacto con el químico o alejarlo de la fuente de calor o del contacto en caso de quemadura por electricidad. Asimismo, retirar anillos, relojes u otras alhajas de los miembros afectados para evitar el efecto torniquete que podría causar edema. 
  • Es indispensable enfriar la zona quemada con agua fría de forma inmediata, se recomienda que el área quemada se enfrié con agua al menos 10 minutos después de la lesión. La temperatura del agua no debe ser debajo de los 8ºC y nunca debe aplicarse hielo. El enfriamiento disminuye el dolor y el edema, al atenuar el calor evita que la quemadura siga aumentando de tamaño en superficie y profundidad, también acelera la curación. 
  • Aplicar un antiséptico y anestésico de acción rápida en spray o gel (como Cloruro de Benzalconio), cabe mencionar que no se deben aplicar pomadas con base grasa ya que no se absorben adecuadamente y forman costra dolorosa la cual, es difícil de retirar y dificulta la limpieza de la herida; por ende, se aconseja aplicar en spray o gel que se absorba y prevenga alteraciones en relación con la cicatrización. 
  • Cubrir las zonas afectadas con una sábana, gasa o paño limpio, pues se debe aislar la quemadura del medio ambiente para evitar infecciones futuras. 
  • Ponerse en contacto con el médico que recibirá al paciente para adecuar el tratamiento. 

Bibliografía

1.Servicio Andaluz de Salud. Guía de prevencion y cuidados de las personas con quemadoras. Junta de Andalucia. 2019.
2.Fernández Y, Melé M. Quemaduras. Protoc diagn ter pediatr. 2020; 1(1).
3.Jiménez R, García F. Manejo de las quemaduras de primer y segundo grado en atención primaria. Gerokomos. 2018; 29(1).
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