Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
Lumbalgia o Lumbago se puede definir como todo aquel dolor que tenga una duración variable, localizado en la parte baja de la espalda o zona lumbar, de la misma forma puede ser intenso y/o profundo, repercutiendo al final la movilidad normal de la persona por la sensación dolorosa que provoca.
Cabe agregar que, este dolor es una manifestación clínica muy común en la población, la cual afecta a todos los grupos de edad y generalmente se asocia con ocupaciones sedentarias, tabaquismo, obesidad y bajo nivel socioeconómico, Es la segunda causa en frecuencia de consultas médicas, la quinta frecuencia de hospitalización y la tercera en la intervención quirúrgica. Por tal razón, se estima que el 70 a 85% de la población lo sufre en algún momento de su vida; sin embargo, a pesar de la gran cantidad de tratamientos, atención médica, y recursos dedicados al dolor lumbar, la discapacidad relacionada con la espalda y la carga poblacional han aumentado.

Es importante diagnosticar lo mas pronto posible el dolor lumbar, para realizar un abordaje adecuado y de forma precoz. La lumbalgia mas frecuente es la mecánica, y el pronóstico puede considerarse dependiendo la duración de sus síntomas, los cuales se establecen en tres categorías:
- Dolor agudo: el que tiene una duración menor a 6 semanas, es la mas frecuente y el mejor pronóstico, se resuelve en más del 90% de los casos.
- Dolor lumbar subagudo: una duración hasta 6 meses y su pronóstico es mas desfavorable.
- Dolor lumbar crónico: tiene un peor pronóstico no por la gravedad, sino por las consecuencias sociolaborales y psicológicas que se presentan.
La prevención es complicada ya que el origen etiológico puede ser múltiple, la mayoría de las intervenciones ampliamente promovidas para prevenir el dolor lumbar son: zapatos de plantilla, mobiliario ergonómico, colchones ergonómicos, cinturones de espalda o dispositivos de elevación, combinado con el ejercicio adecuado.
El tratamiento de la lumbalgia aguda, debe ser combinado con el tratamiento farmacológico y los cambios en las actividades habituales.

Dentro de los cambios de las actividades se puede mencionar:
Reposo: se debe indicar en las primeras 48 horas si el dolor es invalidante, sin embargo, se ha determinado que un reposo prolongado no mejora el dolor, sino favorece a la pérdida de la forma física. Por lo tanto, existe evidencia de que la actividad contribuye a la disminución de los síntomas.
Disminución de factores de riesgo y modificación de la actividad: se debe evitar temporalmente todas aquellas actividades que conlleven sobrecarga mecánica del raquis lumbar; por lo que, se recomienda mantener una vida activa teniendo en cuenta el estado de salud.
Es importante mencionar que el tratamiento farmacológico debe ser prescrito por un profesional de la salud y no a demanda, los fármacos mas utilizados son lo siguientes:
Antinflamatorios no esteroideos (AINES): son eficaces para aliviar el dolor y mejorar la capacidad funcional, el medicamento más utilizado es Dexketoprofeno, el cual puede ser combinado con vitaminas del complejo B.
Relajantes musculares: existe evidencia de su eficacia en la lumbalgia aguda, cuando existe contractura muscular. Su retirada debe ser progresiva. Su uso no debe ser prolongado (1-2 semanas). No está demostrado que su eficacia sea igual o superior a los AINE.
Corticoides: no se recomienda el uso de corticoesteroides orales para el tratamiento de la lumbalgia aguda.
Bibliografía
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