Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
El dolor de espalda es un problema mundial y es uno de los principales contribuyentes al aumento de la prevalencia de la discapacidad en los últimos 30 años, entre el 70% y el 85% de la población tiene dolor lumbar en algún momento de su vida, cabe resaltar que la prevalencia aumenta con la edad hasta los 65 años. Por otra parte, el dolor cervical es una afección de los tejidos de vertebras, músculos y ligamentos que se localiza en cuello.
La mayoría de los pacientes se recupera rápidamente y sin pérdida funcional residual aproximadamente el 60% al 70% se recupera dentro de las seis semanas y del 80% al 90% se recupera dentro de los tres meses, desafortunadamente, para las personas que no se recuperan dentro de los tres meses, el proceso de recuperación es lento y genera una demanda grande y costosa en el sistema de atención médica y también contribuye de manera importante a la discapacidad y la ausencia laboral.
Los soportes lumbares se proporcionan como tratamiento a las personas que sufren de dolor lumbar con el objetivo de disminuir el deterioro y la discapacidad. También se utilizan como intervención para prevenir la aparición de dolor lumbar (prevención primaria) o para prevenir episodios recurrentes de dolor lumbar (prevención secundaria). Para evitar estos graves problemas socioeconómicos, es fundamental prevenir su progresión y sus consecuencias limitantes, por lo cual se dan algunas recomendaciones:
- Se aconseja la utilización de un colchón de firmeza media lo cual promueve la comodidad, la calidad del sueño y la alineación del raquis.
- Es importante reforzar los conocimientos y hábitos posturales relacionados con el cuidado de la espalda, lo que puede desempeñar un papel preventivo para el dolor de espalda en la edad adulta como: evitar movimientos repetidos del cuello o del tronco combinados con posturas forzadas o permanecer con los brazos por encima de los hombros, el tronco flexionado o girado.
- La posición correcta del cuello es de 0º de inclinación con la vertical, cuanto más alejado se esté de ella, y más tiempo en esa postura, más riesgo de dolor.
- Realizar ejercicios físicos basados en trabajo aeróbico, fortalecimiento y estiramiento de la musculatura de la espalda.
Sin embargo, la mayoría de episodios de dolor responden a una terapia conservadora y tratamiento con los medicamentos antiinflamatorios y rehabilitación de la función del área lesionada. Los medicamentos analgésicos como Paracetamol, Dexketoprofeno, o Ibuprofeno suelen ser útiles para reducir el dolor y la inflamación. Así también, en los períodos de dolor agudo la aplicación inmediata de frío con una bolsa de hielo reduce la inflamación y el dolor. Cabe resaltar que investigaciones recientes demuestran que el empleo de vitaminas del complejo B, principalmente B12, B6 y B1 asociado al tratamiento antinflamatorio proporciona beneficios. Lo cual puede combinarse con el complejo B + el analgésico para el alivio del dolor, la recuperación más rápida y que las personas vuelvan a las actividades familiares y laborales.
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