Cuando se piensa en ser madre se piensa en amor, cariño, emotividad; cuando se piensa en ser padre se piensa en ser proveedor. Sin embargo, en la realidad el rol de proveedor es mucho más fluido: ambos pueden cumplirlo indistintamente. Esto también puede ser dicho del rol afectivo, fluye entre ambos padres de la misma forma.  

Como sociedad estamos cada vez más dispuestos a romper con los estereotipos del pasado. Los roles masculinos se transformanun poco despacio, pero se transformanCada vez más los hombres se involucran en tareas del hogar y de crianza, en el aspecto emocional resulta un poco más difícil.  

Día con día, los hombres se ven más dispuestos a vivir su paternidad de forma más afectiva, siendo ejemplo de las ventajas que esto trae a la familia, especialmente para los hijos.  

Los momentos de cariño son los que trascienden en la relación entre padres e hijos, ya que son estos los que cimentan la confianza y el acercamiento emocional. Es decir, hace que padres e hijos crezcan más cercanos y con mayor confianza. 

Así, se mejora también la comunicación entre ambos, permitiéndole al padre una apertura emotiva-comunicativa que suele relacionarse solamente con la madre. Esto se traduce en una mejor comunicación y una relación más abierta. Para los padres puede significar también una mejor forma de resolución de conflictos, al facilitar el dialogo dentro de la familia.  

Una paternidad afectiva además subvierte la idea de la figura de autoridad que se relaciona tanto con la del padre. Evita que los niños crezcan pensando que la autoridad debe ser distante e inaccesible, transformándola en una idea de autoridad más cercana y abierta al dialogo. Así, la figura paterna se vuelve un ejemplo, especialmente para los varones, de cómo se expresa el cariño y las emociones en general. 

 

Compartir el rol afectivo hace que los hijos se sientan más queridos, lo que mejora su autoestima, sus habilidades sociales y su salud emocional. Para los padres significa un mayor involucramiento en la vida de sus hijos, una mejor relación con ellos y, también, una mejor salud emocional en general.  

Ser padre es algo maravilloso y gratificante, en especial cuando somos abiertamente afectivos con nuestros hijos.  

 

Sin comentarios registrados

Deja tu comentario

Your email address will not be published.