Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
El ejercicio se puede definir como una actividad física que consiste en movimientos corporales planificados, estructurados y repetitivos realizados para mejorar uno o más componentes de la aptitud física; así mismo es un elemento esencial para mantener un estilo de vida saludable por lo tanto se motiva a las personas a mantener una actividad física o ejercicio de forma regular.
Así también la gestación no es una enfermedad, pues se considera como un proceso natural, el cual produce cambios fisiológicos en el organismo y solo son ocasionados de forma transitoria. Cabe agregar, que la embarazada es prácticamente una persona sana que es capaz de realizar una actividad física adaptada a las características que presenta, pues el ejercicio adaptado a sus características es un factor importante en su calidad de vida.
El ejercicio produce varios beneficios en la mujer gestante, tales como:
- Reduce la gravedad y frecuencia de los dolores de espalda asociados al embarazo porque ayuda a mantener una mejor postura corporal.
- Ayuda a controlar el aumento de peso (y a prevenir o controlar la diabetes gestacional).
- Facilita la recuperación postparto al partir de una mejor condición física.
- Mejora la digestión y reduce el estreñimiento al estimular el tránsito intestinal.
- Genera reservas de energía para llevar a cabo los requisitos de la vida diaria.
- Permite la adquisición de hábitos saludables para la vida diaria en un momento en que la mujer está predispuesta a un cambio radical en su vida.
Por otro lado, no se ha establecido una relación directa entre hacer ejercicio o no y que el parto sea más corto o menos complicado, sin embargo, se ha determinado que favorece a la recuperación del peso, la fuerza y la flexibilidad después del parto. Es indispensable que los ginecólogos o los profesionales de salud que evalúen a la mujer sean los que asesoren los métodos más efectivos, así como frecuencia, tipo, e intensidad del ejercicio.
Por consiguiente, se presentan algunos factores que se deben tener en cuenta y situaciones que se deben evitar durante la actividad física o ejercicio en el embarazo:
- El ejercicio debe ser regular y nunca ocasional, por lo que el ejercicio debe ser aeróbico al menos 30 minutos con una intensidad moderada entre 3 y 5 veces semanales, de bajo impacto como caminar, senderismo o natación.
- Se deben evitar los ejercicios de tipo hipopresivo (abdominales) durante todo el proceso de gestación.
- Mantener una ingesta de líquidos adecuada antes y después de la actividad.
- Tener precaución durante las elevadas temperaturas o ambientes muy húmedos.
- Evitar movimientos bruscos y posiciones de tensión muscular extrema para eliminar riesgos potenciales.
Por último, el ejercicio físico y el embarazo provocan que el metabolismo aumente, es así como el ejercicio esté ligado a una alimentación y nutrición adecuada. Ya que durante el embarazo se debe mantener un aporte adecuado de nutrientes como carbohidratos, proteínas y grasas así también, de vitaminas del complejo B, vitaminas A, D, E y C, hierro, zinc, calcio y acido fólico los cuales pueden provenir de una dieta completa y suficiente, sin embargo en algunos casos no se logra alcanzar las recomendaciones por lo que se deben aportar a través de suplementos de vitaminas que ayudan a alcanzar las metas nutricionales durante las etapas de preconcepción, prenatal y posparto, así mismo deben ser administradas por distintas cápsulas para evitar interacción nutriente-nutriente.
Bibliografía
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