Cuando los vientos fríos se hacen presentes a fin de año, también suele aparecer el resfriado. La época más fría es la época en que más gente se contagia de esta enfermedad; por esto, se suele decir que hay que abrigarse bien para no resfriarse. Después de todo, está en el nombre, “refrío”, algo debe tener de cierto, ¿no?
No es estacional, es viral
Pues no, no es el frío el que nos resfría. En realidad, esta es una enfermedad causada por virus, que incuba en nuestro cuerpo durante 1 a 4 días antes de empezar a mostrar sus síntomas.
Para enfermamos, debemos entrar en contacto con el virus y hay dos formas principales. La primera es a través del contacto con las diminutas gotitas que quedan en el aire cuando una persona con resfriado tose o estornuda cerca de nosotros. La segunda es cuando tocamos algo contaminado por el virus (un objeto sobre el que alguien resfriado tosió, por ejemplo) y luego nos tocamos la nariz, la boca o los ojos.
Así que no, no es el frío
Entonces, ¿por qué nos enfermamos más en época de frío?
La razón de esto no está en el clima, sino en lo que hacemos durante este clima.
Durante la época de frío se tiende a incrementar la cercanía física y nos mantenemos más tiempo en interiores con ventanas y puertas cerradas. Esto nos expone más y por más tiempo al contagio, ya que el virus permanece en el aire más tiempo y nos mantenemos más cerca de quienes podrían estar enfermos.
Estos factores, junto con el corto periodo de gestación del virus, hace que tengamos la impresión de que es el frío el causante de que aumenten los casos de enfermedad.
Aunque no sea cierto que el frío te refríe, no significa que no debamos cuidarnos cuando la temperatura baja. Si no queremos resfriarnos, los cuidados que debemos tener durante la época de frío son los mismos que en cualquier otro clima: procurar no exponernos al virus para minimizar las posibilidades de contagio.