Genesis Yasmin Zacarias Castro
Nutricionista
La Hipertensión Arterial es la causa principal de las muertes prevenibles a nivel mundial, esta enfermedad se define como una presión arterial diastólica arriba de 90 mmHg y una presión arterial sistólica arriba de 140 mmHg, se ha determinado que después de los 50 años de edad la presión arterial sistólica aumenta de manera desproporcionada en varias personas debido a factores como la reducción de la rigidez arterial.
En la actualidad el consumo de sodio cada vez va en aumento junto con la ingesta insuficiente de potasio lo cual puede contribuir a la elevación de la presión arterial, así también, aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular. Se han realizado estimaciones de la ingesta de sodio, y se consume aproximadamente 3950 mg por persona por día, lo cual equivale a diez gramos de sal. Por contrario, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir la ingesta debajo de 2000 mg de sodio al día (equivalente a 5 gramos de sal) y una ingesta más controlada en los niños.
Aunque el tratamiento farmacológico (Ibersartán) es un método eficaz para controlar la presión arterial de las personas, muchas veces el tratamiento antihipertensivo no se acompaña de una alimentación saludable por lo que el riego de accidente cardiovascular a corto y largo plazo aumenta en las personas con Hipertensión. Por tanto, la reducción de la ingesta de sodio o sal es una de las estrategias eficaces y seguras, ya que se reduce el consumo al utilizar productos de concentración más baja de sal o generalmente remplazados por potasio u otros minerales.
Por tanto, los sustitutos de sal son alternativas reducidas en sodio, el cloruro de potasio se usa como ingrediente clave en la sustitución de sal, estos sustitutos se comercializan como “sal reducida en sodio” o “bajo en sal”, los cuales pueden ser utilizados para la ingesta de sodio en alimentos procesados como la sal de mesa o para cocinar. Los sustitutos de sal han sido claves para las estrategias de reducción de sodio (una mayor ingesta de potasio se asocia con una disminución de la presión arterial) pues la evidencia sugiere una mayor cantidad de potasio puede disminuir los efectos negativos del alto consumo de sodio sobre la presión arterial, además, la relación del sodio/potasio en la dieta es un determinante principal.
Estos productos pueden encontrarse como sustituto de la sal bajos en sodio, los cuales son formulaciones que están en la mayoría de los países, pues cambian la forma de cloruro de sodio por cloruro de potasio lo cual tiende a cambiar el sabor (amargo, acre y metálico). Por ende, en algunos casos se recomienda el remplazo de sal con sustitutos, esto puede ser efectivo y seguro, para poder reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, no obstante, pueden existir preocupaciones sobre los posibles efectos adversos como hiperpotasemia, particularmente en paciente en riesgo como personas con enfermedad renal crónica.
Es importante consultar a un profesional de la salud, para que sea la persona encargada de evaluar si es necesario la utilización de algún sustituto de sal.
Bibliografía
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