El clima, descuidos comunes o la genética son los principales causantes, pero los más importante es que conozcas las fuentes de alguna amenaza para tu piel y tomes las precauciones necesarias.
Urticaria
Estas ronchas temporales rojizas suelen ser comunes en alrededor del 20 % de las personas en algún momento de su vida. El frío, la actividad física intensa o quemaduras solares pueden ser algunos de los causantes. La alergia a ciertos alimentos o medicamentos también puede ser un factor temporal.
Los antihistamínicos han demostrado ser muy efectivos en el tratamiento de los síntomas de la urticaria.
Resequedad cutánea
Además del factor clima o un tipo de piel seca, la resequedad puede estar asociada a síntomas de dermatitis atópica, psoriasis, problemas de tiroides o signo de diabetes. Este síntoma compartido es lo que hace destacar a la resequedad en la piel entre las afecciones más comunes.
Todos estos escenarios pueden ser controlados con jabones de calidad o cremas humectantes. Los aceites esenciales o ungüentos, como vaselina y lanolina, suelen ser soluciones naturales.
Acné
¿Quién no identifica este síntoma? El 85 % de las personas entre 12 y 24 años experimentan al menos un acné menor. Lo más importante para mitigarla siempre será la limpieza diaria adecuada y nuevas soluciones tópicas que ayudan a controlarla desde sus orígenes.
Toma en cuenta que algunos ungüentos con peróxido de benzoílo pueden decolorar o blanquear las telas.
Dermatitis atópica
Aproximadamente el 70 % de diagnosticados tienen antecedentes familiares de asma o rinitis y un 60 % de personas lo desarrolla durante su primer año de vida. Esta no es contagiosa, y si bien no tiene cura, puede controlarse con cremas y ungüentos tópicos, antihistamínicos orales e inmunosupresores especiales.
Las personas con dermatitis atópica a menudo dan positivo en las pruebas cutáneas para alergias.
Cáncer de piel
El impacto del sol en la tierra y la manera en que nos cuidamos son factores determinantes en la formación de cáncer de piel. Aunque el cáncer de piel no está entre los principales factores de riesgo, la Organización Mundial de la Salud recomienda utilizar protección siempre que sea posible.
La Sociedad Estadounidense para el Cáncer recomienda un examen médico de piel cada años después de los 40 años y cada 3 años entre los 20 y 40 años.
