Si entre tus propósitos de este año está mejorar tu salud, estos ejemplos pueden ayudarte a arrancar con el pie derecho
¿Te propusiste vivir más saludable, pero tienes dudas si lograrás cumplirlo? Es normal, después de todo, muchos de los propósitos que nos hacemos a principio de años se quedan olvidados al poco tiempo. Algunos estudios aseguran que solo el 8 % de las personas cumplen alguno durante todo el año.
El problema, más que una falta de disciplina es que nos ponemos propósitos como si fueran deseos que se cumplirán sin darnos cuenta. Lo mejor es visualizarlos como una acción específica que podamos incluir en nuestra rutina. Te damos tres ejemplos de cómo puedes hacerlo.
- Una manzana al día
Uno de los propósitos más comunes es comer más saludable. Sin embargo, podemos enfocarnos en algo un poco más sencillo y, por lo mismo, más alcanzable: comer una manzana al día.
Si eres de las personas que a media tarde sienten algún antojo, come tu fruta a esa hora. Si ya comes fruta regularmente, puedes proponerte agregar una fruta a cada tiempo de comida. Estos pequeños cambios en tu dieta te orientan a una alimentación más saludable.
- Un paso más
Seguro tienes en tu celular una aplicación que cuentan tus pasos diarios. Mira cuantos pasos das en un día y ponte como meta aumentar ese número.
Pueden ser 1,000 o 2,000 pasos extras puede ser una meta bastante realista. Poco a poco puedes ir aumentando. La mayoría de las aplicaciones recomiendan llegar a los 10,000 pasos, poco a poco llegarás sin darte cuenta. 
- Desconéctate antes de dormir
Quizás este sea el más difícil, pero vale la pena intentarlo. Una hora antes de dormir, deja por un lado tu teléfono. Ponlo a cargar al otro lado de la habitación o apágalo y olvídate de él. Prueba hacerlo y pronto verás que concilias mucho más fácil el sueño y descansas mejor.
Usar el teléfono antes de dormir puede retrasar el sueño e incluso provocar insomnio, ya que la luz blanca de las pantallas interrumpe y altera la secreción de melatonina, la hormona del sueño. Dormir mejor puede mejorar mucho tu salud, física y mental.
Estos son tres ejemplos de propósitos realistas que te ayudarán a cambiar algunos de tus hábitos para encaminarte a una vida más saludable y plena.